Objetivo Instruccional: Aprender a aplicar estrategias instruccionales adaptadas a diferentes estilos de aprendizaje para mejorar la enseñanza y maximizar la retención del conocimiento.
Introducción. Las aulas virtuales reúnen a aprendices con estilos y necesidades diversas.
Para lograr un diseño instruccional efectivo, es clave reconocer y adaptarse a estos diferentes estilos de aprendizaje. Esto permite consolidar experiencias educativas realmente significativas.
En este post exploraremos estrategias prácticas para diseñar contenido que conecte con distintos estilos de aprendizaje. El objetivo es ofrecer experiencias de crecimiento significativas, alineadas con las expectativas de los participantes y aplicables tanto en contextos personales como profesionales.
Sin duda, un aspecto importante a destacar es que al conectar con los aprendices y sus expectativas resultará sencillo adaptar tu estilo como facilitador al estilo de tu audiencia. Veamos primeramente estos dos enfoques:
Aprendizaje activo
El participante se involucra de forma directa con los contenidos, la tecnología y las dinámicas del curso. Este enfoque se apoya en tareas, foros, ejercicios prácticos e interacciones constantes. Quienes aprenden activamente suelen ampliar los temas tratados, asumir retos y construir nuevo conocimiento a partir de lo que ofrece el facilitador y el entorno virtual.
Aprendizaje pasivo
En este caso, el participante asimila la información a través de lecturas, videos u otros recursos provistos. Se guía principalmente por las instrucciones del facilitador y sigue estructuras claras. Este tipo de aprendizaje funciona bien en contextos más estructurados, como cursos con manuales o contenidos altamente secuenciales.
La meta de cualquier experiencia de aprendizaje es lograr que los participantes transformen su conocimiento en experiencias enriquecedoras, desarrollando una nueva habilidad para aplicar en su entorno personal y profesional.
En este sentido,como facilitadores buscamos orientar ese recorrido brindando las estrategias necesarias para lograrlo. Un primer paso es ayudando a responder las siguientes interrogantes:
- ¿Por qué esta experiencia de aprendizaje es importante para mí?
Muestrale como el diseño del curso está relacionado con sus expectativas de aprendizaje, presenta objetivos claros y resultados esperados concretos.
- ¿Que estoy esperando hacer con la información que recibiré o la habilidad desarrollada?
Llévalos a contextualizar cada tópico tratado a través de ejemplos concretos, actividades prácticas, estudios de casos.
- ¿Cómo puedo llevar esta nueva experiencia a mi entorno real personal o profesional?
Invita a tomar parte de su práctica diaria y combinarla con los tópicos tratados, a presentar nuevas formas de hacer procesos o tareas combinándolo con las nuevas habilidades o experiencias aprendidas.
- ¿Que pasa si…?
Esta pregunta invita a la creatividad y a la reflexión crítica. Su propósito es fomentar en el participante la exploración de escenarios reales donde pueda aplicar lo aprendido. Más allá de la teoría, buscamos que el aprendiz proyecte sus nuevos conocimientos a situaciones concretas de su entorno profesional, entendiendo así cómo estos pueden enriquecer su práctica y responder a sus necesidades.
Cada una de estas interrogantes y sus respuestas nos van a llevar a descubrir las mejores estrategias según el estilo de aprendizaje de los participantes en nuestros espacios de interacción formativa. Conozcamos un poco más y desarrollemos las mejores estrategias instruccionales para transformar contenidos en experiencias significativas.
¿Qué son los Estilos de Aprendizaje?
Antes de adentrarnos en las estrategias, es crucial entender que cada individuo tiene preferencias únicas para procesar y retener información. Algunos desarrollan mejores procesos de aprendizaje a través de la observación tales como demostraciones, se trata de los visuales. Los auditivos, prefieren atender la explicación de su facilitador y finalmente el kinestésico, el estilo más común en aprendices adultos, prefieren interactuar, experimentar con la tecnología o los recursos de aprendizaje.
Si bien todas las personas pueden aprender a través de diferentes estilos, cada individuo tiende a tener preferencias específicas para procesar y retener información. Comprender estas diferencias nos permite diseñar estrategias más inclusivas, alineadas con las necesidades reales de nuestros participantes.
Principales estrategias instruccionales para cada tipo de aprendiz
Diagnostica y Conoce tu Público
Antes de crear cualquier contenido, es esencial conocer a tu audiencia. Realiza encuestas, evaluaciones y observaciones para identificar los estilos de aprendizaje predominantes en tu grupo. Esta información te permitirá adaptar tu enfoque de manera más efectiva.
Presenta tus contenidos utilizando variedad de formatos Multimedia
Integra diversos formatos multimedia para llegar a diferentes tipos de estudiantes. Incorpora imágenes y gráficos para los visuales, grabaciones y podcasts para los auditivos, y actividades prácticas para los kinestésicos. Esta variedad asegura que cada estudiante encuentre un formato que se alinee con su estilo preferido.
Promueve la Interactividad
Crea actividades interactivas que fomenten la participación. Esto puede incluir foros de discusión, simulaciones, juegos educativos y proyectos colaborativos. Los estudiantes kinestésicos se benefician de la acción física, mientras que otros pueden participar en discusiones y reflexiones.
Personalización y Elección
Ofrece opciones y flexibilidad en la forma en que los estudiantes abordan el contenido. Permitir la personalización del proceso de aprendizaje empodera a los estudiantes para elegir métodos que se alineen con sus estilos preferidos.
Retroalimentación Formativa
Proporciona retroalimentación de manera formativa y personalizada. Ajusta tu enfoque según las necesidades individuales, reconociendo y reforzando los logros de cada aprendiz de manera específica para su estilo de aprendizaje.
Mi Experiencia con diferentes estilos de aprendizaje
Como facilitador de procesos de aprendizaje de adultos he vivido experiencias enriquecedoras, especialmente aquellas donde la tecnología juego un importante rol, sin embargo, confieso que escuchar buenas lecciones de expertos me resulta también muy interesante y enriquecedor.
Esta dualidad de estilos no es inusual, son muchas las audiencias donde he encontrado combinación de estilos. Vamos a dar un vistazo a una variación del Modelo VAK (Visual, Auditivo y Kinestésico) presentado en este post:
Aprendices tácticos/kinestésicos
Los enmarcados en este estilo de aprendizaje recuerdan haciendo. Me resultaba interesante en mis clases de ofimática, en las de Ecología y Ambiente Urbano o en la Diseño de Sistemas de Software, o aún en las de Gestión de Conocimiento en el Master de Informática Educativa, el uso de recursos tales infografías, mapas mentales, tablas y cualquier otro donde los aprendices podían experimentar, utilizar sus conocimientos previos para contextualizar y dependiendo de los contenidos y habilidades, estrategias como la del uso de caso llevarán a los aprendices a desarrollar y compartir potenciales soluciones.
Aprendices Auditivos/Verbales
Las personas de este estilo de aprendizaje son excelentes para escuchar los detalles de cualquier aspecto de la temática tratada. La interacción para este grupo es la mejor de las estrategias que puede aplicarse, aprenderán de las experiencias de otros, con aportes bien sustentados. Grupos de discusión sin duda elevaré el nivel de comprensión y la experiencia de aprendizaje.
Aprendices visuales/verbal
Este grupo de personas son excelentes para presentaciones interactivas con el uso de recursos digitales. Demostraciones y las notas sobre una pizarra son recursos increíbles para apoyar el desarrollo de habilidades en este grupo.
Aprendices visuales/no verbales
Este grupo apunta al uso de demostraciones, videos, ilustraciones and cuadros. Ellos aprenden más viéndote interactuar con la tecnología o demostrando conceptos a través de su recorrido por su jornada. No son buenos lectores por lo tanto van mas con las interacciones y las demostraciones.
Conclusión
Adaptar las estrategias instruccionales a los distintos estilos de aprendizaje no solo mejora la retención del conocimiento, sino que también fortalece la conexión entre facilitador y participante. Cuando comprendemos cómo aprenden nuestros estudiantes (ya sea de forma visual, auditiva, kinestésica o una combinación de ellas), podemos diseñar experiencias educativas más inclusivas, personalizadas y efectivas.
SIn duda, el verdadero impacto de una clase no está solo en los contenidos, sino en cómo estos se viven y se aplican en contextos reales. Al integrar variedad de formatos, fomentar la participación activa y ofrecer opciones flexibles, logramos transformar el aprendizaje en una experiencia significativa, capaz de trascender el aula y generar cambios sostenibles.
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